martes, 25 de octubre de 2016

Conquista y colonia (1492-1776)


En 1516 el navegante Juan Díaz de Solís visitó lo que actualmente se conoce como Argentina, navegando el actual Río de la Plata, al que denominó Mar Dulce, llegando hasta la isla Martín García y navegando un breve trecho del Río Uruguay, donde murió en un combate con los charrúas. Es por tanto el primer extra-américano del que tengamos constancia segura en pisar suelo de la actual Argentina

En 1519 y 1520 Hernando de Magallanes, en el primer y famoso viaje de circunvalación del mundo, recorrió toda la costa de la actual Argentina, hasta el estrecho que lleva su nombre al que llegó el 21 de octubre de 1520.

En 1525 fray García Jofre de Loaísa dirige una expedición que recorre la Patagonia e incluso se establecen brevemente en el puerto Santa Cruz para reparar dos naves.

En 1526 Sebastián Gaboto (italiano), zarpó de España para dirigirse a las islas Molucas en Oceanía, con el objeto de repetir el viaje de Magallanes y Elcano. 
En abril de 1527 Gaboto ingresó al Río de la Plata y el 6 de abril estableció una pequeña fortaleza llamada San Salvador, cerca de la actual ciudad de Carmelo (Uruguay). Allí encuentra a Francisco del Puerto, sobreviviente del grupo de Solís, quien vivía con los charrúas y le confirma la existencia de un Imperio de Plata, aguas arriba. El 9 de junio de 1527, Gaboto ordenó establecer un fuerte al que llamó Sancti Spíritus, primer asentamiento europeo en el actual territorio argentino, cerca de la actual ciudad de Coronda, en la boca del Río Carcarañá, en la actual provincia de Santa Fe. Desde el fuerte Gaboto mandó tres expediciones; de dos de ellas nada se supo, pero la tercera, comandada por Francisco César, llegó a una sierras (posiblemente Córdoba) donde encontraron un pueblo que «cuidaban carneros de la tierra de cuya lana hacían ropas bien tejidas», posiblemente diaguitas. Recogieron también piezas de plata provenientes del norte.

En 1531 Portugal envió una gran expedición al mando de Martín Alfonso de Souza para tomar posesión del Río de la Plata y expulsar a los españoles. Llegó hasta la Isla Martín García, que rebautizó Santa Ana. Se internó por el Río Uruguay y se enteró que los españoles del fuerte San Salvador habían sido derrotados. Decidió entonces retirarse al Cabo de Santa María (donde actualmente se encuentra La Paloma, Uruguay). Allí tomó medidas astronómicas y llegó a la conclusión que estaba del lado español de la Línea de Tordesillas, por lo que volvió a Portugal sin realizar fundación alguna.

En 1536 Don Pedro de Mendoza fundó Santa María de los Buenos Ayres, la primera ciudad argentina. La miseria y el hambre doblegaron a Mendoza y su gente y Buenos Aires quedó despoblada hasta su segunda fundación por Juan de Garay en 1580. Las ciudades argentinas fueron fundadas por conquistadores que provenían de distintas zonas de América. La corriente pobladora del este, llegada desde España, tomó como base de operaciones la ciudad de Asunción y fundó las ciudades litorales. La que vino desde el Perú ocupó el Tucumán, como se llamaba entonces a todo el Noroeste argentino. Las ciudades cuyanas fueron fundadas por la corriente proveniente de Chile.



Organización social
La sociedad colonial presentó aspectos diferenciables de acuerdo a la región. En el interior, se determinó una sociedad de castas fuertemente diferenciadas, los hacendados blancos eran la cúspide de ésta y el poder en las ciudades, eran educados y refinados, mientras que el campesinado mestizo estaba en condiciones cuasi serviles. La población negra era muy escasa, reducida casi en su totalidad al servicio doméstico, salvo en ciudades algo más mercantiles como Córdoba.

En cambio, en el Litoral argentino, y especialmente en Buenos Aires, los estancieros, en ese entonces, todavía no representaban la cúspide de la sociedad, sino que eran productores medianos, de carácter rudo debido a la actividad ganadera y que residían la mayor parte del tiempo en la campaña. La élite porteña (es decir los pocos individuos adinerados que residían en la entonces muy pequeña "ciudad" de Buenos Aires, casi en el puerto de esa ciudad) en esos tiempos estaba representada por los comerciantes muchos de ellos dedicados a todo tipo de contrabando, especialmente a lo que irónicamente pasó a ser llamado "contrabando ejemplar" e incluso al tráfico de esclavos capturados en África muchas veces realizado con barcos portugueses e ingleses aunque los dueños "capitalistas" es decir los que "invertían" en el "rentable negocio" de la esclavitud, es decir los dueños de las "empresas" esclavistas pudieran ser de otros orígenes.

Sistema de castas

En el aspecto social, la colonia fue organizada sobre un sistema de castas basado en las nociones de raza e híbrido y de la "pureza de la sangre". Los españoles consideraban la existencia de tres "razas": la "española" o "blanca", la "india" y la "negra". Del mestizaje entre esas tres razas surgían a su vez los siguientes "híbridos":

Primer grado:
1-de blanco con negro: mulato.
2-de blanco con indio: mestizo
3-de negro con indio: zambo

Los descendientes de padres mezclados de, Español y Negro permanecen manchados por generaciones incontables y no pueden escapar de su herencia, o perder su calidad primitiva de Mulatos.Pasa lo mismo con la mezcla de sangre Negra con la India. El Indio puro es de sangre pura, tanto como el Español y los dos no están en conflicto como están los dos con el Negro. Aunque las mezclas de sangre Española e India no pueden escapar de su condición, permanecen incontaminadas.

Segundo grado:
1-de negro con mulato: zambo, grifo o cabro.
2-de negro con zambo: lobo.
3-de blanco con mulato: tercerón o morisco.
4-de blanco con mestizo: cuatralbo, castizo.
5-de indio con zambo: zambaigo.
6-de indio con mestizo: tresalbo.
7-de indio con mulato: mulato prieto.
8-de negro con zambo: zambo prieto.

Tercer grado:
1-de blanco con tercerón: cuarterón, albino

En la cúspide del sistema de castas se ubicaban los españoles peninsulares, nacidos en España y los españoles americanos o criollos, nacidos en América y registrados como descendientes legítimos de padre y madre española que gozaban de exactamente los mismos derechos y obligaciones que los "peninsulares". Aunque en la colonia el mestizaje entre las diferentes etnias fue un fenómeno generalizado, el sistema legal español castigaba "la mezcla de sangres" que causaba su impureza o "manchado". Indios, mestizos, mulatos y negros resultaron postergados, ocupando los negros nacidos en África el lugar más bajo.

España había impuesto el cristianismo y el idioma castellano en gran parte del actual territorio argentino. Por otra parte, en la América española regían las costumbres y modas españolas, así como las indo americanas, y en menor medida las francesas y africanas.

Economía

Durante la era colonial, y hasta el Reglamento de Comercio Libre de 1778, la economía del Tucumán y Cuyo estaba dedicada a la producción de insumos y bienes de consumo para los mercados del Alto y Bajo Perú, Buenos Aires y Paraguay. Así, vinos y aguardiente de Cuyo, mulas de Córdoba, tejidos de Salta y Tucumán, carretas de Córdoba y Tucumán, etc., se producían bajo el amparo del proteccionismo español. En el siglo XVIII, bajo los Borbones, la actitud comenzó a variar, buscando proteger los intereses comerciales de los productores peninsulares en los mercados cautivos de las colonias.
Los principales productos comercializados por las misiones jesuiticas eran la yerba mate, el tabaco, el cuero y las fibras textiles. .

Influencia cultural 

No sólo a trabajar, rezar y pelear les enseñaron los jesuitas, sino también música y otras artes (de las que aún se pueden admirar se destacan las "barrocas" arquitecturas exornadas con relieves barrocos resaltados en las piedras sillares o tallados en los rojos ladrillos de tipo romano. Es así que, luego de la expulsión de los jesuitas, muchos guaraníes se trasladaron a las ciudades coloniales, como Corrientes, Asunción o Buenos Aires, donde se destacaron como compositores y maestros de música, plateros y pintores.



No hay comentarios:

Publicar un comentario